GRUPO
5
LECTURA:
LA ECONOMÍA ESPAÑOLA DE LOS SIGLOS XVI Y XVII pp. 1-11
El
autor comienza señalando la importancia de la revalorización de la tierra como
factor de producción en los cambios en la vida económica que se producen en
este periodo. Entre la segunda mitad del XV hasta finales del XVI asistimos a
una fase de crecimiento económico que el autor insiste en dividir en dos etapas
diferenciadas:
·
Últimos años del
XV- más de mediado el siglo XVI: caracterizada por los descubrimientos y el
consiguiente comercio que se establece especialmente de metales preciosos.
·
Últimas décadas del
XVI- siglo XVII: Progresivo cierre del mercado americano y autoabastecimiento
Hay
que tener en cuenta también la pluralidad y diversidad del ámbito de la
Monarquía Hispánica por los cuales se producen contrastes en las
transformaciones económicas dependiendo del territorio siendo los reinos que
componen Castilla los de más peso en este periodo.
Las
transformaciones producidas siguen dejando ver rasgos estructurales básicos
como el contraste entre la España húmeda y la España seca.
Desde
mitad del XV e inicios del XVI el mapa de cultivos se transforma rápidamente.
Primero se ponen en funcionamiento tierras buenas abandonadas durante la crisis
bajomedieval. Después se roturarán
también las tierras de carácter más marginal. Según el autor el crecimiento de
la producción es real pese a la dificultad de su cuantificación. El responsable
del crecimiento no sería el desarrollo técnico sino el crecimiento del área
cultivada y el aumento de la mano de obra.
La
propiedad de esta tierra corresponde casi por completo a la nobleza y el clero
mientras que la propiedad del campesino era muy reducida. Existían también una
serie de terrenos colectivos. Las relaciones de producción entre los
propietarios de los medios de producción y quienes trabajan la tierra se producen
sobre todo en forma de arrendamientos por lo que la tierra se convertirá en una
fuerte de especulación.
El
sistema de cultivo utilizado es el bienal basado en la rotación entre cultivo y
barbecho. Destaca sobre todo el cultivo de cereal y el crecimiento de la
viticultura.
Se
produjeron rivalidades por el choche de intereses entre agricultura y ganadería
y la Corona tendrá que mediar.
Desde
la década de 1570 se perciben cambios en la coyuntura económica: la producción
se estanca y en muchos lugares desciende. Las razones pueden ser la incidencia
cada vez mayor de los rendimientos decrecientes conforme se reducían al cultivo
tierras más marginales, alza de la renta, creciente presión fiscal etc.
La
expansión agraria hará posible el
crecimiento de las ciudades y el aumento en estas de actividades de carácter
secundario y terciario.
La
producción artesanal estaba orientada, como toda la economía, a la satisfacción
de las necesidades habituales. El auge de esta actividad como el resto, se
inicia a comienzos del XVI y finaliza a últimos del XVI al no poder abarcar
toda la demanda. El crecimiento estaría marcado por el proteccionismo. La
Monarquía intentaría hacerse menos dependiente del extranjero.
En
el siglo XVI se va a conceder mucha importancia al comercio como elemento
fundamental de una economía desarrollada. Este va a aumentar en gran medida en
relación con la mejora de los transportes y las comunicaciones, protección de
rutas. Son de señalar tanto los intercambios exteriores como las rutas a
América como los intercambios interiores como las ferias de Castilla. Al igual
que las otras actividades, el comercio se estanca y decae desde 1570.
El
comercio atiende sobre todo a lanas y granos, otra prueba de comercio dentro de
un ámbito agrario. Según el autor gracias a estos productos se logra la
formación y acumulación de capital en manos del grupo social de los propietarios.
Rafael Jiménez Pinuaga
Víctor Nebreda de Pedro-Juan
Daniel Almería Lapeña
Ramón Carballal
Carmen Martínez Peris
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