domingo, 10 de noviembre de 2013

EL CAMPO INGLÉS EN EL SIGLO XVI



EL CAMPO INGLÉS EN EL SIGLO XVI

            A lo largo del siglo XVI tiene lugar en Gran Bretaña la confirmación de un proceso que, continuado y a largo plazo, tendrá importantes consecuencias en la consolidación del poder británico en relación a su industrialización. Se trata de un giro –cuando no una revolución- del campo británico hacia la propiedad privada y la rentabilización de la producción agraria, identificado con el fenómeno del enclosing y del engrossing. Ambas prácticas están en relación con varias posibles causas paralelas, que actúan conjuntamente para favorecer una serie de cambios que más adelante se detallarán.
            En la raíz del fenómeno del cercamiento (y, en una cadena lógica y más o menos lineal, cercamiento es igual a propiedad privada y a incremento del rendimiento por encima del interés general) podría estar, por un lado, el descenso del mercado del cereal por su extraordinaria subida de precios entre los siglos XV y XVI; por otro, y como consecuencia de lo anterior, el mayor interés suscitado por el uso pecuario de la tierra, así como de los cultivos para uso industrial. De alguna manera, existe un descenso del uso estrictamente alimentario de la tierra,  así como un aumento del interés personal de determinados individuos que acceden a la propiedad (o que transforman la que ya tienen) en el lucro, contribuyendo como factores para la aparición de explotaciones destinadas a la maximización de beneficios.
            En otro orden de cosas, pero también ayudando a la construcción de un nuevo perfil social de campesinos terratenientes, interesados en la propiedad privada y el enriquecimiento a partir de lo que se ha llamado “agricultura científica”, está el proceso de la ruptura religiosa con Roma. Entre los años 1536 y 1539, la escisión británica amparada por la monarquía Tudor contribuyó a la puesta en venta de bienes eclesiásticos y monacales y la activación del mercado de tierras. Como consecuencia, aumentó el número de propietarios medios, siempre dispuestos a rentabilizar su desembolso, así como un importante número de adeptos a la Reforma.
            Una nueva mentalidad se estaba abriendo paso como consecuencia del aumento explosivo del ganado estante, sustituto empresarial de la agricultura tradicional y comunal, que de hecho contribuyó, además, al enorme aumento del uso de abono orgánico. Hay que rastrear, además, otro impulso del cambio en la notable llegada de inmigrantes provenientes de Países Bajos, en relación con los cuales está la introducción de nuevas formas de cultivo que darían como resultado ciclos  rotativos de hasta seis fases. Un hito tuvo lugar, en este sentido, en 1565 en Norwich con la introducción del nabo en las rotaciones tradicionales.
            Esta mentalidad, más empresarial que tradicional, más individual que comunal, estaba, como no puede ser de otra manera, intrínsecamente relacionada con el proceso paralelo de cercamiento y, por traducirlo de alguna forma, acoplamiento. El cercamiento nació del interés de determinados individuos por poseer parcelas propias para fines lucrativos, lo que llevaría en muchos casos a la puesta en práctica de técnicas novedosas, maquinaria moderna y, en definitiva, a la maximización de la producción. El engrossing, que traduzco por acoplamiento (no por engrosamiento, que tiene un matiz únicamente cuantitativo) era una tendencia consistente en la compra o intercambio de parcelas destinada a la consecución de una sola y gran unidad agrícola o ganadera, evitando la pérdida de rendimiento en los desplazamientos entre unidades diseminadas y favoreciendo el abaratamiento de los costes del cercamiento. El proceso principal, el de cercamiento,  tuvo su propia legislación a partir de 1604, revisada posteriormente, en sucesivas Enclosure Acts.
            Todo este movimiento de tierras y cambio de manos propietarias tuvo dos direcciones: por un lado, un traspaso de bienes comunales a bienes privados; por otro, un cambio de agricultura alimentaria por agricultura empresaria. Por supuesto, estas transformaciones imprimieron nuevas características en la sociedad inglesa, en la que comenzaron a aparecer nuevos agentes de cambio (nuevos propietarios) y numerosos problemas derivados del empobrecimiento de los campesinos. En este sentido, fue notable el aumento de la miseria en las zonas agrarias en las que se había impuesto la ganadería, dado que la misma requiere una mano de obra mucho menor a la necesaria para los cultivos. Muchos antiguos trabajadores del campo quedaron desposeídos de tierras, compradas o arrebatadas de los complejos comunales. Especialmente grave fue el problema del despoblamiento rural en muchas zonas, a raíz de los movimientos migratorios que provocaron los cambios en la tenencia de la tierra. El hambre no tardó en llegar, en parte abandonada la producción alimentaria necesaria para el abasto nacional. Los movimientos sociales se dejaron notar en protestas como la Peregrinación de la Gracia (1536) o la Rebelión de Kett (1549).
            Desde el punto de vista sociológico, destaca la aparición de nuevos elementos dinamizadores de la economía en el sector agropecuario. Se trata de propietarios de medianas extensiones de tierra, dedicadas a la explotación empresarial, adquiridas a menudo a raíz de la venta de bienes eclesiásticos y, bajo otro punto de vista, de la “usurpación” de propiedades comunales. Son los llamados yeomen y, ya por encima, la gentry caracterizada como geomantry. De los yeomen, salvando la pluralidad de casos que encierran siempre estas categorías, podemos decir que son campesinos enriquecidos, plebeyos que encuentran en la riqueza material un medio de ascenso social. Su dinero viene de la comercialización de su producción o, en muchos casos, del arrendamiento de sus propiedades, tiránico debido a la inflación de las rentas. En cierta medida, cuando arrendaban las propiedades que habían adquirido éstas no eran sino las propias que habían usurpado a las comunidades campesinas. Los antiguos propietarios comunales que labraban sus tierras en un ejercicio de subsistencia se convertían ahora en jornaleros o arrendatarios, pero seguían trabajando en las mismas parcelas. Yeomen y geomantry desarrollarán prácticas que algunos han llamado protocapitalistas o capitalistas. Se ha visto en ellos el germen de la industrialización y de la mentalidad empresarial, recurriendo para la explicación de su aparición en el panorama agrario inglés a explicaciones de diverso tipo y a las que hemos hecho referencia en las clases teóricas.


BIBLIOGRAFÍA:
ALVAR EZQUERRA, A., La Economía europea en el siglo XVI, Madrid, Síntesis, 1991.
PLA ALBEROLA, P. J., “Crecimiento demográfico y expansión económica”, en FLORISTÁN IMÍZCOZ, A. (coord.), Historia Moderna Universal, Madrid, Ariel, 2012, pp. 257-261.


AUTOR: Lucas Canteras Zubieta

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