Las Quiebras de la España Moderna

Una de las monarquías absolutas más ricas del continente europeo, la española, contó  con varias bancarrotas en el período comprendido entre 1550 y 1800.

Los motivos que llevaron a esta situación, fueron: las continuas guerras a lo largo del tiempo, la pérdida de las colonias de ultramar (fin de las remesas de oro y plata) y las luchas políticas entre diferentes ideologías políticas, que no facilitaban el tener unas finanzas públicas adecuadas.

Para hablar de la 1ª nos tenemos que remontar a época de Felipe II, aunque fue provocada por su padre Carlos I, que firmó unos asientos (actualmente serían bonos),  donde se comprometía a pagar la cantidad recibida más unos intereses y si esto no era posible ofrecía las cesiones de minas de oro, plata, impuestos, etc.… El imperio en esta época era grande y Felipe II, contaba con la llegada de oro y plata  de América, pero una administración tan grande necesitaba mucho dinero y termina declarando la suspensión de pagos de los asientos. Es la primera bancarrota de la Historia española. Durante su reinado se dieron tres quiebras y el monarca negoció con los banqueros para pagar los intereses y olvidarse del principal o aceptar una prórroga en el plazo de devolución, aceptándose lo primero porque en esta época  era  imposible el embargo de  palacios y propiedades reales.

Felipe III intenta evitar los problemas de sus antecesores, pero no ocurre lo mismo con su sucesor Felipe IV que vuelve de nuevo a los conflictos bélicos y pretende que Aragón y Portugal contribuyan a los gastos de la Corona. En quince años se declararon la quiebra en tres ocasiones.

Monarca	Año
Felipe II	1557	Suspensión de asientos	Las diversas empresas bélicas hacen quebrar las cuentas
	1575
	1597
Felipe III	1607	Renegociación asientos
Felipe IV	1647	Suspensión de asientos	Sólo Castilla colaboraba económicamente, el resto de reinos se mostraron reticentes a colaborar
	1652
	1662
Carlos II	1666	Suspensión de asientos
Carlos IV	1799	No se pagan los intereses

Como consecuencia de todo ello se llegó a una situación de reino arruinado, donde los gastos superaban a los ingresos del país, y la plata y el oro  que llegaba de México y Perú iba directamente a las arcas de prestamistas genoveses y alemanes. El país vio su población diezmada por tantas guerras y acabó con  gran atraso  y ausencia de desarrollo que ha persistido largamente en el tiempo.

En la actualidad el termino bancarrota no es el más apropiado para definir la situación económica, pero es sobradamente conocido que el déficit del estado representa cada vez un mayor porcentaje del PIB.

Algunos autores, hacen un cálculo entre el tiempo  y el número de las bancarrotas que hemos tenido, y saldría una por cada 50 años, cosa que en la gráfica  vemos que no es así. He aquí un vídeo de porque se hace este tipo de valoraciones.

Bibliografía:

Comín, F. Historia económica mundial: de los orígenes a la actualidad. Alianza Editorial. Madrid. 2011.