jueves, 31 de octubre de 2013

Práctica 29/10/2013 Grupo 1

"El pensamiento económico de los escolásticos". Páginas 21-26

La lectura está divida en cuatro partes: introducción, justo precio, cambios y usura. Al comienzo de la introducción se hace una breve valoración sobre el empuje que supuso el descubrimiento de los textos aristotélicos en el siglo XIII para varias disciplinas tales como la filosofía, la teología o los textos jurídicos. Esta época es definida como la “prehistoria de la ciencia económica” puesto que la economía como ciencia propia no existía. Es por esto que la mayoría de los escritos que abordan una temática de tipo económico los encontramos dentro de obras de muy diverso carácter y con una escasa extensión en comparación con el resto de la obra.

Seguidamente se incide en la diferencias entre el pensamiento de los economistas modernos y los intelectuales escolásticos. Las reflexiones de estos últimos suelen tener origen en preguntas de carácter ético o moral, como la licitud de una práctica u otra. Esto lleva consigo un análisis centrado, sobre todo, en cuestiones de tipo microeconómico y no de carácter macroeconómico. Otro factor a tener en cuenta es que gran parte de las discusiones entre escolásticos suelen se suelen dar en lo que el autor denomina “marco de derecho contractual, derivado del derecho romano”. Más adelante asistimos a un ejercicio de deslegitimación de creencias extendidas sobre la centralización del discurso de la iglesia para hacer hincapié en su heterogeneidad determinada, en gran parte, por la multiplicidad de órdenes escolásticas,  lo que deriva en una amplia variedad de teorías y debates sobre un mismo tema.

A continuación se comentan temas específicos. El primer tema trata la teoría del valor, cuya tesis más representativa es la de San Bernardino de Siena en la que defiende que el valor de un bien depende de tres factores: utilidad objetiva, escasez o disponibilidad en el mercado y su utilidad subjetiva, es decir, el atractivo para el consumidor.

El justo precio: las teorías más importantes son de nuevo las de San Bernandino de Siena y las de Santo Tomás de Aquino, que sostienen que el precio justo es aquel establecido por la comunidad o a través de mecanismos de competencia de mercados. Pero también se recogen opiniones discrepantes como la de Duns Escoto, que defiende que el justo precio de un bien consistiría en la la suma de los costes de producción más una compensación por los riesgos de llevar aquella empresa a cabo.

Más adelante se remarca la “obsesión” de los escolásticos con la usura. Para los teóricos la esencia principal de la usura radica en el cobro de un dinero adicional en el momento de hacer efectivo un préstamo, defienden que no se debería cobrar ninguna cantidad extra. Estas teorías sobre la usura y la inmoralidad de “hacer dinero con dinero” no hacen referencia sólo a intercambios monetarios sino a cualquier bien que pueda ser prestado. Pese a todo esto, conforme avanzamos en el tiempo, se abre una puerta a este tipo de prácticas con la justificación del cobro adicional de dinero como compensación por los riesgos corridos por el prestamista.


El último punto que se aborda es el referente a los cambios de divisas, sobre todo extranjeras.  Se resalta de nuevo la visión negativa que se tiene a este tipo de operaciones comerciales y financieras. Para finalizar la lectura, el autor afirma que el prejuicio moral de la sociedad hacia todo este tipo de prácticas no impidió que fueran una realidad aunque todo ello implicó un aumento en los costes y riesgos para los prestamistas y cambistas así como una ralentización en el desarrollo de un mercado financiero más transparente y eficaz.

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