La
revolución de los precios es un período histórico muy notable en la historia
económica de la Edad Moderna, que se cierne entre 1520 y 1580 aproximadamente,
y que marcará un antes y después en Europa, pero, sobre todo, en la Monarquía
Hispánica, ya que será la que sufra las consecuencias de esta revolución.
Esta
revolución de los precios tiene su origen en el establecimiento de la Monarquía
Hispánica en los territorios americanos que ha ido conquistando. Con la
conquista, la Monarquía Hispánica hizo acopio de los metales y sus minas,
creando un comercio importante y que trajo importantes novedades a la Monarquía
y a Europa. Va acompañado de un ascenso económico a inicios del siglo XVI con
el crecimiento de la agricultura y la artesanía, a la par de un crecimiento
demográfico y la aparición de una incipiente burguesía. Este crecimiento
económico y demográfico, acompañado de la llegada de los metales preciosos de
América, hizo que los precios subieran de forma continuada, pillando de forma
desprevenida a la población y los salarios no subirán tan rápido, provocando el
enriquecimiento de propietarios de talleres o con comercios. La Península,
sobre todo el reino de Castilla, va a ser quien lo acuse más. Va a haber un
crecimiento de la demanda, unido a la llegada de metales de América provocará una
subida de los precios. Los metales llegaban, y había una norma que no permitía
la salida del oro y de la plata fuera de la Península, pero esto no se cumplía
porque algunos comerciantes lo sacaban de contrabando para evitarse los
impuestos y la Corona tenía que pagar las deudas y los préstamos que tenía con
banqueros y financieros para sufragar los gastos y las guerras de la Corona,
así como pagar a comerciantes y fábricas las manufacturas que encargaba para
enviar a América. La llegada del oro y la plata provocaba, por tanto, una
subida importante de los precios y un encarecimiento de la vida, los metales
pasaban pero no se quedaban en la Península. Se irá formando poco a poco un
círculo, donde la plata salía de Castilla hacia Europa. Llegará un momento que
en 1570 la crisis se manifieste de lleno y la demografía se detendrá. Las
políticas exteriores de Carlos V y Felipe II contribuyeron a dilapidar los
recursos de Castilla y de la Monarquía. Los impuestos no hicieron más que subir
y las luchas contra Inglaterra y Holanda perjudicaban el comercio. Felipe II
llegó a sufrir varias bancarrotas.
Por tanto, la monarquía
iniciará un período de crisis económica que no parará hasta el reinado de
Carlos II, pero, sobre todo, hasta 1730. Los efectos de la revolución de los
precios fueron devastadores para la corona, pero sobre todo para Castilla, el
reino más importante de la monarquía y que sostenía los esfuerzos de las
políticas de los monarcas, pero Europa se beneficiará de la llegada de la plata
al tener la monarquía que saldar las deudas que tenía con ciertos sectores económicos
europeos. Es importante para la historia económica porque va a marcar un largo
período donde la llegada de metales preciosos y la revolución de los precios
van a tener importantes consecuencias en la Monarquía Hispánica y en Europa.
Bibliografía
consultada:
-
- ALVAR, A. et al: La España de los Austrias. La actividad política. Madrid, Istmo,
2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario