miércoles, 30 de octubre de 2013

EL ÁREA NORTEAFRICANA EN LOS SIGLOS XV-XVI. EL CASO DE CEUTA



EL ÁREA NORTEAFRICANA EN LOS SIGLOS XV-XVI
EL CASO DE CEUTA

            A lo largo del siglo XV la dinámica mercantil, el progresivo interés por nuevos espacios, la necesidad de controlar puntos estratégicos en las rutas marítimas y multitud de factores, que no corresponde aquí reseñar, llevaron a los europeos a la apertura de nuevas vías de comercio y extracción de recursos. El éxito de la primera travesía transatlántica fue un hito en este sentido, pero previamente estuvo jalonado de una serie de procesos como, por ejemplo, el que más abajo se reseña: el control del Magreb.
            Hasta el siglo XV el espacio norteafricano (el Rif, por extensión, si incluimos Yebala y Gomara) permaneció más o menos al margen de la injerencia extranjera. De hecho, partes de éste permanecieron invioladas hasta el siglo XX, como es el caso del área que circunda Alhucemas y, en especial, la cábila de Beni Urriaguel. Fue Portugal quien primero tomó la iniciativa de establecer algunas posesiones en la llamada Berbería de Poniente, que correspondía, más o menos, a la zona central del Magreb, incluyendo Ceuta (tomada en 1415) y Tánger (1471). Por su parte Castilla, que había completado la toma de Granada en 1492, dio el saltó al otro lado del Estrecho para tomar, en la Berbería de Levante, Melilla (1497), Mazalquivir (1505), Peñón de Vélez de la Gomera (1508), Orán (1509), Bujía, Argel y Trípoli (1510).
            Tal era el contexto, entre finales del siglo XV y principios del XVI, en el norte de África, que se abría por la fuerza al comercio mediterráneo, que se ofrecía como tierra de oportunidades y que comenzaba a significarse como emplazamiento de valor estratégico en la expansión aragonesa y en el control de la población morisca. En esta breve reseña se va a tratar el caso ceutí, por ser una de las primeras plazas conocidas por los europeos y por lo que nos corresponde por ser parte del territorio nacional, aunque en intermitente olvido de los historiadores.
            La toma de Ceuta en 1415 por parte de Portugal durante el reinado de Juan I permitió la apertura de un nuevo espacio de expansión comercial más allá de las rutas tradicionales. Si bien la estrategia encerraba objetivos económicos evidentes, se revistió de un espíritu de cruzada con la aprobación del Papado mediante el uso de la diplomacia vaticana. El comercio fue permitido por parte del Papa Martín V, si bien quedaba prohibido el intercambio de hierro, cuerda, navíos y armas. Entre otras razones, lo que se quería evitar era que Ceuta sirviera de punto de intercambio de material bélico susceptible de terminar en manos de los moros granadinos.
La actividad fundamental el área ceutí en el siglo XV era la agricultura. Destacan en el estudio de este asunto los testimonios del alemán Valckenstein y de Jerónimo de Mascarenhas. La horticultura y el cultivo del frutal, especialmente la viña, así como del trigo y las legumbres de todo tipo, eran la base de la alimentación. Por lo demás, se cazaban perdices, codornices y todo tipo de aves, se pescaba en abundancia y se criaban caballos con especial celo.
            Entre los comerciantes que recalaban en Ceuta se podían encontrar portugueses, genoveses, baleares, venecianos y catalanes; muchos de ellos eran judíos y moros. Nombres relevantes eran Gil Vasques, portugués, Vicentio de Spindola, italiano, Rodrigo López de Alcaraz, español, etc. Con el tiempo los ingleses se interesaron por el comercio norteafricano y en 1585 ya habían creado una Barbary Company. Tenían derecho a comerciar con Ceuta, Mazagao y Tánger.
            Antes de la conquista portuguesa ya había oficinas de acuñación, que funcionaron con posterioridad durante los reinados de Alfonso V y Juan II. En 1454 ya había un funcionario especial para Ceuta dedicado al control de la moneda allí acuñada (un escrivao da moeda). El ceitil, que se acuñaba en cobre puro, debe su nombre a la plaza africana y sirvió como homenaje a su toma.
            El abastecimiento fue un problema para los portugueses durante todo el tiempo que duró la ocupación de Ceuta. Se realizaba de dos maneras, que incluían lo que los propios habitantes podían proporcionarse y lo que recibían del exterior. En el primero de los casos destacaban, además de las labores de producción habituales, las actividades corsarias y las razias. Pero lo que mejor se conoce es el abastecimiento logrado desde Europa, donde destacaban los productos llegados de la zona andaluza. La Casa de Ceuta se encargaba de organizar la llegada de abastos, en especial del cereal. Esta institución estaba formada por un amplio cuerpo de funcionarios con funciones específicas: Tesorero, Escribano, etc.
            Todo parece indicar, en resumen, que el siglo XV y el principio del XVI fue de gran éxito para las conquistas en el área norteafricana, en la que se invirtió un gran volumen de capital material y humano. El valor estratégico y comercial (si es que hay que separar ambos) de las plazas africanas comenzó a ser indiscutible con el Descubrimiento de América y se fue confirmando a lo largo de la Edad Moderna a raíz de la lucha contra el turco, del crecimiento del volumen comercial mediterráneo y de la confirmación de las talasocracias europeas.
             
           
BIBLIOGRAFÍA
FLORISTÁN IMÍZCOZ, A., “La unión entre Castilla y Aragón. Los Reyes Católicos (1474-1516), en FLORISTÁN IMÍZCOZ (Coord.) Historia de España en la Edad Moderna, Barcelona, Ariel, 2011.
DRUMOND BRAGA, Isabel M. R. y DRUMOND BRAGA, P., Ceuta Portuguesa (1415-1656), Ceuta, Instituto de Estudios Ceutíes, 1998.
(Nota/aviso: segunda obra escrita en Portugués)


AUTOR: Lucas Canteras Zubieta

1 comentario:

  1. a y se fue confirmando a lo largo de la Edad Moderna a raíz de la lucha contra el turco, del crecimiento del volumen comercial mediterráneo y de la confirmación de las talasocracias europeas.
    symcdata.info/la-batalla-de-ayacucho/

    ResponderEliminar