miércoles, 8 de enero de 2014

La expansión económica durante el siglo XVIII: Factores comerciales.

El siglo XVII supuso un periodo que algunos autores han calificado de acomodación. Durante este siglo, se desenvolvieron nuevos métodos de producción, en los países más desarrollados, y un proceso de refeudalización y convulsiones políticas para el resto de países. Mientras esto sucedía, una transferencia hegemónica se desarrollaba en las colonias ultramarinas. El mundo, antaño propiedad ibérica, pasará a manos de las nuevas potencias navales, Inglaterra, Francia y Holanda.

Sin embargo, con el amanecer de las luces, la economía y el desarrollo científico recuperaron su fuerza trayendo consigo el retorno de los exploradores, acompañados de un nuevo interés por los nuevos mundos, esta vez, orientados al conocimiento científico del mundo desde todas sus vertientes posibles.

De igual manera que el aumento de las expediciones científicas tuvo su impulso en las mejoras científicas, el crecimiento comercial europeo se vio claramente afectado por las mejoras de las herramientas mercantiles. Entre otros elementos cabe destacar las mejoras tecnológicas navales, en lo referente a los medios de transporte, el desarrollo de los instrumentos financieros o el crecimiento de las compañías comerciales.

Influencia del comercio en la economía de los países:

-          Francia: 37% de importaciones y exportaciones.
-          Inglaterra: un 76% de exportaciones y un 90% de importaciones.

Podemos acotar a cinco los factores responsables de la expansión comercial:

En primer lugar encontramos una evolución en la navegación. El desarrollo del velero del siglo XVIII fue un gran avance técnico para el transporte. Esta embarcación poseía un diseño que lo hacía más rápido, permitiendo un desplazamiento de 300 toneladas de agua, con un espacio diáfano en la bodega que permitía una mayor capacidad de carga. Además su adaptabilidad para diferentes situaciones geográficas lo dotaban de una versatilidad, ideal, para navegar por diferentes tipos de rutas. En segundo lugar,  la evolución portuaria orientada a la mejora en la carga y descarga de mercancías directamente en tierra, constituye un fenómeno clave que garantizaba la menor pérdida de recursos. Durante el siglo XVII los puertos el carácter estructural de los muelles y diques, no adaptados a las nuevas embarcaciones, obligaban al fondeo de mercancías ampliando el riesgo de pérdida del viaje. En tercer lugar, durante este periodo encontramos un desarrollo de los mercados interiores mediante el cuidado y reparación de los caminos, la adaptación del transporte fluvial y la realización de ferias y mercados. En cuarto lugar, con la llegada de las remesas de plata y oro de las minas de Potosí y el oro de Brasil se produjo una inyección de capital reactivando la inversión.  Por último, como quinto factor, uno de los mecanismos económicos más beneficioso del siglo anterior, los medios crediticios, siguió manteniendo su función.

Cabe destacar, para concluir, la mejora en los diversos instrumentos mercantiles. Por un lado se produjo un aumento de las técnicas tradicionales de escritorio: contabilidad doble, multiplicación de los libros de contabilidad. Por otro lado, durante el siglo XVIII asistimos a un progreso de la compañía por acciones como agente de negocios. Dentro de estos sectores cabe destacar las compañías del despotismo ilustrado que tratan de emular a las holandesas e inglesas. Por último, otra de las cuestiones fundamentales fue la regulación de las actividades marginales o alternativas a las meramente mercantiles como el contrabando o el corsarismo.

Bibliografía:

-          KINDER, H; HILGEMANN, W y HERGT., M. Atlas Histórico Mundial. De los orígenes a nuestros días, Madrid, Akal, 2007.

-          MARTÍNEZ SHAW, C y ALFONSO, M., Europa y los Nuevos mundos. Siglos XV-XVIII, Madrid, Síntesis, 1999.


-          RIBOT GARCÍA, L., Historia del Mundo Moderno, Madrid, ACTAS, 2006.

No hay comentarios:

Publicar un comentario