PARTE 1
-
1) Traición de
la burguesía
-
2) Crisis de la
aristocracia
El texto de Bartolomé Yun Casalilla pretende dar una nueva imagen de las relaciones entre burgueses y aristócratas.
La visión más tradicional de la
teoría según Brenner decía que la vieja aristocracia habría sido incapaz de
adaptarse a los cambios generados por el desarrollo de la economía capitalista,
y así a finales del siglo XVI estaría en crisis, endeudada y empobrecida,
mientras que la gentry (grupo de mercaderes, burgueses y grandes propietarios)
supo aprovecharse del desarrollo mercantil y agrario y se consolidaría como el
protagonista de la revolución inglesa frente a las viejas familias.
La novedad de la obra de Stone al
respecto sería la ruptura de la visión de la gentry y la aristocracia como dos
clases sistemáticamente enfrentadas. Las prácticas capitalistas se habrían ido
extendiendo rompiendo con el paternalismo de la antigua clase feudal. Las relaciones
de esta nueva clase con la sociedad y con la Corona asimismo irían
evolucionando.
En definitiva, la crisis de la aristocracia en Inglaterra
había sido un factor de modernización, pues de ella había surgido una nueva
élite que impulsó nuevas formas de gestión de la tierra que llevarían al
capitalismo, y posteriormente el proceso desestabilizador desencadenado
habría conducido a la revolución inglesa, episodio clave para entender la
modernización del país.
Los historiadores ingleses
asimismo señalaban del caso italiano, que a pesar de contar con ingentes
cantidades de capitales, no supieron reinvertirlos de manera adecuada, es decir, en inversiones relacionadas con la industria. Un caso parecido habría ocurrido
en Francia según estas teorías, pues los franceses habrían invertido de manera
excesiva en el campo. Por su parte Brenner señalaba la importancia de la
nobleza y la gentry inglesa como responsables del proceso de cercamientos que
él veía como una de las claves del capitalismo agrario y la industrialización
del país.
A pesar de lo diferentes que
puedan parecer ambos conceptos son dos facetas distintas de un mismo proceso. Las
aspiraciones sociales de la burguesía se vieron satisfechas gracias a políticas
matrimoniales que eran complementarias de la necesidad de los grupos
aristocráticos por superar sus dificultades vía enlaces con las nuevas familias
emergentes.
Desde el punto de vista económico,
una poderosa corriente revisionista en el seno de la historiografía británica
ha restado todo protagonismo a los grandes propietarios salidos de la crisis en
lo que se refiere a su responsabilidad en el desarrollo agrario. Según Allen
las claves de la revolución agraria inglesa no habrían estado en el
comportamiento de esta nueva nobleza, sino en los yeomen o labradores acomodados
(que desde Adam Smith se asociaban a mejoras productivas).
Muchas nuevas familias aristocráticas
continentales fueron en muchos casos las promotoras de nuevas formas de gestión
y mejoras productivas, como sucede en muchos casos de Francia, Prusia y
Castilla. Desde una perspectiva más general, J. Dewald nos habla de una
aristocracia europea que desde el siglo XVI está en continua transformación
interna y en un proceso de ósmosis con las élites mercantiles y políticas, lo
que explica formas de sociabilidad comunes en muchas regiones. La modernidad no
necesariamente había estado ligada a la burguesía.
Ya Adam Smith había empleado la
imagen de nobleza parasitaria y depredadora frente a la de burguesía mercantil
como creadora de riqueza y progreso. Con la llamada revolución liberal burguesa
del siglo XIX se afianzaría esa forma de ver las cosas. La idea de una nobleza
retrógrada fue un factor clave en la lucha contra el Antiguo Régimen. En la
historiografía del siglo XIX la burguesía y la aristocracia aparecieron como
entidades opuestas y en continuo enfrentamiento. No es falso del todo, pero
engañoso.
Componentes del grupo:
Rafael Jiménez - Víctor Nebreda - Daniel Almería - Ramón Carballal - Carmen Martínez
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