miércoles, 23 de octubre de 2013



¿Alguien duda de la influencia de la Química en la Economía?

Veamos qué pasa con ella a lo largo de la Edad Moderna y también un esbozo de una gran científica de esta época.
La química comienza cuando el hombre aprendió a utilizar el fuego para modificar las cosas en su provecho, como para fabricar piezas de alfarería, cocinar alimentos y posteriormente con la consecución de los metales
Entre los siglos V al XVI predomina la práctica de la "Alquimia" como una fusión de conocimientos mágico - filosóficos provenientes del mundo griego, romano y árabe con ciertas nociones empíricas del manejo de las sustancias químicas.
A pesar de su carácter esotérico, la alquimia permitió en algunos casos sentar las bases de la que sería la moderna química inorgánica. Su objetivo era conseguir la piedra filosofal  una sustancia que, según los alquimistas estaría dotada de propiedades extraordinarias, como capacidad de trasmutar los metales vulgares en oro. Existirían dos tipos de piedra filosofal:
·         Blanca, este uso transformaría dichos metales innobles en plata
·         Roja, sería capaz de transmutar metales innobles en oro. Se obtendría empleando la vía seca.
También pretenden encontrar el elixir de la vida para alcanzar la inmortalidad. Los alquimistas también descubrieron por casualidad elementos químicos y sintetizaron nuevos compuestos.
La química, considerada como ciencia, tiene su origen en las culturas mesopotámicas y egipcias, unidas ambas en la Grecia Clásica. La generalización de la teoría de los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego de Empédocles (490-430 a.C.) por Aristóteles (384-322 a.C.) supuso un paso importante en el intento de explicar los fenómenos físico-químicos, fuera del gobierno de los astros o de los dioses. Nadie duda de la influencia de la química en la economía, pero veamos qué pasa con ella en la Edad Moderna.
Nadie duda de la influencia de la química en la economía, pero veamos qué pasa con ella en la Edad Moderna

-Hacia 1520 - Paracelso es pionero en el uso de sustancias minerales para curar ciertas enfermedades, con un intento de comprender lo que pasa y por qué funciona.

- Hacia 1620 - El científico inglés, Robert Boyle es el primero que separa la práctica de la alquimia de la verdadera ciencia química. : The Sceptical Chymist (1661)

-Hacia 1700 (y hasta la época actual) - inicia de manera sistemática el descubrimiento de elementos químicos con pioneros como Priestley y Scheele (Oxígeno).

 -Hacia 1783 - Antoine Lavoisier desacredita la que por entonces era la famosa Teoría del Flogisto (que explicaba la forma en que hacían combustión las sustancias) y postula su famosa ley de Conservación de la Masa. Pero es el padre de la química científica al definir la necesidad de medir, lo que le lleva a la cuantificación y a hacer descubrimientos con las bases de una verdadera ciencia.
Ya podemos definir la química como una ciencia empírica, que estudia las cosas por medio del método científico, es decir, por medio de la observación, la cuantificación y, sobre todo, la experimentación. En su sentido más amplio, la química estudia las diversas sustancias que existen en nuestro planeta así como las reacciones que las transforman en otras sustancias. Por otra parte, la química estudia la estructura de las sustancias a su nivel molecular, propiedades de los elementos y compuestos y sintetiza nuevos compuestos, base de la mayor parte de los materiales con los que estamos en contacto y  los medicamentos que ahora utilizamos. Las innovaciones de productos de la química actual son sorprendentes, en el campo de la llamada nanoquímica, que consiguen estructuras diversas a través de una pared que es una capa con un átomo de espesor.
 Veamos quién era Antoine-Laurent de Lavoisier (1743-1794). Químico, biólogo y economista francés, casado con la científica Marie- Anne Pierrette Paulze,  por sus estudios sobre la oxidación de los cuerpos, el fenómeno de la respiración animal, el análisis del aire, la ya mencionada ley de Conservación de la Masa, la teoría calórica y la combustión.  Trabajó en el cobro de contribuciones, con un contrato de recaudación del padre de Marie- Anne,[1] motivo por el cual fue arrestado en 1793. Sus amigos y conocido  hicieron todo lo posible para salvarlo basándose en su labor científica. Se expusieron al tribunal todos los trabajos que había realizado Lavoisier  y se dice que, a continuación, el presidente del tribunal pronunció la famosa frase: «La república no precisa ni científicos ni químicos, no se puede detener la acción de la justicia». Lavoisier fue guillotinado el 8 de mayo de 1794, cuando tenía 50 años.  Lagrange  dijo al día siguiente: «Ha bastado un instante para cortarle la cabeza, pero Francia necesitará un siglo para que aparezca otra que se le pueda comparar».
 Su mujer Marie Anne Paulze recibió una educación esmerada. Su padre, Jacques Paulze, sabía moverse dentro del sistema. Los reyes de Francia habían tenido la idea de privatizar la cobranza de impuestos y el padre era el contratista. Participó como socia en esta empresa.
En el siglo XVIII, era moda que las señoras elegantes e inteligentes de París mantuvieran Salons, reuniones sociales donde se discutían diversos temas, en general literarios o filosóficos. El Salon de los Lavoisier tenía un marcado sesgo científico y Marie Anne brillaba en él con luz propia. Allí desfiló lo más representativo de la ciencia del momento.
Madame Lavoisier colaboró en muchos aspectos importantes de las investigaciones de Antoine: tradujo para los químicos franceses la obra del inglés Richard Kirwan, "Ensayo sobre el flogisto". Lavoisier y sus colegas demolieron esta teoría y la reemplazaron por la explicación actual. Para Kirwan las cosas se quemaban porque liberaban una sustancia de peso negativo llamada flogisto. Para los franceses en cambio había una parte del aire, el oxígeno (elemento bautizado así por Lavoisier) de peso normal que se combinaba con la madera, la vela o lo que fuera para la combustión. Este resultado es clave en la química, y se usa profusamente hasta el día de hoy. En el camino, Lavoisier postuló que la masa de los reactivos se conserva en las reacciones químicas: "nada se pierde, todo se transforma" es frase acuñada por él.
Marie Anne acompañó y ayudó a su marido en toda esta serie de experimentos. Para Antoine  fue una compañera preciosa en la colaboración de la obra científica, realizando todos los dibujos en los trabajos de éste e ilustrando todos los grabados de su tratado de química “Traité Élémentaire de Chimie “. Su habilidad para el dibujo viene de que fue alumna de Jacques Louis David lo que se ha estudiado gracias a dos dibujos con notas de David que de conservan en el Museo Nacional de Técnicas de Paris.
También fueron pintados. Es un Retrato de M. y Mme Lavoisier, por David en 1788 (Museo Metropolitano de Nueva York).[2]
 Después de la ejecución de su marido ella se encargó de que fueran publicadas las memorias de su marido que estaban inacabadas.
Era una joya como mujer de un científico y al quedarse viuda recibió proposiciones de matrimonio de los científicos de todo el mundo. En 1804, Marie-Anne se casó en segundas nupcias con Benjamin Thomsom, conde de Rumford, científico americano. Pero Marie-Anne no quiso dejar el apellido de  su marido y Thomsom lo aceptó pasando a llamarse Anne Marie Lavoisier de Rumford. Thomsom murió diez años más tarde y ella fallece en 1836.
Poco conocida como mujer científica, pero con un valor enorme como colaboradora y continuadora. De alguna forma nos recuerda a Marie Curie que recibió dos premios nobel  y además uno de física y otro de química. Es otra época…


Si queréis saber más de la historia de la Química                                     

LEICESTER, Henry. M. Panorama histórico de la química. Alhambra, Madrid, 1967
Y más divertido, pero serio
ASIMOV, I. Breve Historia de la Química. Alianza, Madrid, 1979





[1] Ya hemos visto en clase este sistema de recaudar impuestos. Era una compañía comercial llamada tal vez irónicamente (aunque ese era su título oficial) la Ferme General, es decir la Granja General y Jacques Paulze era uno de los socios. Esta organización cosechaba los impuestos para el Rey, y sus miembros recibían un porcentaje sobre lo recaudado. Naturalmente los socios de la Ferme General no eran muy queridos por el resto de los franceses, pero materialmente tenían sus necesidades muy bien cubiertas.

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