lunes, 3 de febrero de 2014

Caída de la hegemonía de las Provincias Unidas

Desde la mitad del siglo XVII el poder económico de las Provincias Unidas va cayendo en favor de Francia y sobre todo Inglaterra. El inicio se puede situar en el año 1651 con la Ley de Navegación Inglesa que decretaba que todas las mercancías que entrasen en suelo inglés solo podían hacerlo si era abordo de barcos ingleses por navíos del país productor. Esta ley tenía como objetivo principal obstaculizar el comercio holandés, lo que comenzó a deteriorar las relaciones entre ambos países de tal manera que al año siguiente entraron en guerra que se decantó rápidamente a favor de Inglaterra. Esta primera guerra anglo-neerlandesa duró dos años (1652-1654) y finalizó con la derrota de las Provincias Unidas con el Tratado de Westminster de 1654. Este conflicto fue el primero de las tres guerras anglo-neerlandesas de la segunda mitad del siglo XVII.

La segunda guerra Anglo-neerlandesa comienza en 1665 y dura también dos años, poco a poco y de forma constante Inglaterra va ganando terreno a las Provincias Unidas, no solo en Europa si no también en el comercio internacional, un ejemplo es el tratado que pone fin a esta guerra, el de Breda de 1667, que aunque no fue una derrota total para los holandeses ya que sacaron cosas positivas. Con el tratado se acordó que las Provincias Unidas cambiaban Nueva Amsterdam (actual Nueva York) por Surinam y Polo-Run en las Indias Orientales, los ingleses aceptaron que ciertas mercancías holandesas entrasen en Inglaterra. Los más importante es la cesión de Nueva Amsterdam a Inglaterra, ya que era un lugar desde donde los holandeses evitaban las restricciones de los ingleses. Clave es la entrada de Francia en la guerra en 1667, Luís XIV invadió los Países Bajos españoles lo que aceleró que ingleses y holandeses firmasen el tratado de Breda. Poco después ambos países más Suecia formarían una Triple Alianza contra Luis XIV que le hizo retroceder. Esta victoria mantuvo durante un tiempo a las Provincias Unidas a la par que Inglaterra o Francia, pero estaba ya en decadencia.

El punto de inflexión llegó en 1672, cuando las Provincias Unidas se encontraban en guerra por separado contra Inglaterra (tercera guerra anglo-neerlandesa) y con Francia.
La tercera guerra entre ingleses y holandeses duró lo mismo que las anteriores, dos años, y fue un conflicto naval del que de nuevo salieron victoriosos los ingleses, aunque durante la guerra hubo victorias de las Provincias Unidas como la captura de Nueva Amsterdam de nuevo en 1673. A pesar de esas victorias la flota neerlandesa salió derrotada por su incapacidad de construir más barcos. Esta guerra finalizó con el tratado de Westminster de 1674 por el que Nueva Amsterdam volvía a manos inglesas ya que todos los territorios tomados por ambos bandos debían de ser devueltos.
La guerra con Francia fue más dura y larga. Luis XIV en 1672 había conquistado casi todas las Provincias Unidas aunque no acabó con todo, el conflicto se alargó llegando a un punto muerto ya que otros países como España entraron en él contra Francia, firmándose el tratado de Nimega por la que Francia devolvía a España plazas en los Países Bajos españoles como Gante, aunque el Franco Condado pasaba a manos francesas. Las Provincias Unidas recuperó Maastricht y otros territorios al Imperio.

Lo más importante de estos tratados es que desde entonces las Provincias Unidas pasaron a un segundo plano internacional en favor de Inglaterra y Francia que serían las potencias que durante el siglo XVIII tendrán la hegemonía en Europa, y en el caso de Inglaterra también la hegemonía comercial a nivel internacional.

Bibliografía

WALLERSTAIN, I. El moderno sistema mundial II, el mercantilismo y la consolidación de la economía-mundo europea, 1600-1750. Madrid, 1984

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