domingo, 1 de diciembre de 2013

Francia: de potencia continental a las empresas transoceánicas.



Durante el siglo XVII Francia no conoció un crecimiento como el inglés o el holandés ero sí estuvo muy presente en los aspectos políticos, económicos y militares del momento. luchas religiosas que Francia venía experimentando desde el siglo anterior tuvieron repercusiones en la vida económica y social del país, muchos protestantes abandonaron Francia en busca de una mayor tolerancia ya antes de la revocación del Edicto de Nantes en 1685. 

Económicamente Francia vivió una época de estancamiento hasta la mitad del siglo. Experimentó una muy insuficiente y atrasada urbanización y una escasa densidad demográfica, exceptuando París,  Marsella y Lyon no se podían encontrar focos urbanos de importancia. La gran mayoría de la población francesa vivía en el campo, en un porcentaje bastante más alto que el de la media europea. Por este motivo, para analizar a Francia económicamente hay que centrarse en mayor medida en la producción agrícola.

Aunque siempre existen variaciones regionales, generalmente el siglo XVII se ha visto como un siglo de estancamiento e incluso retroceso, se experimentaron frecuentes crisis demográficas y una situación climática a menudo adversa que provocaron en conjunto una fuerte caída de la producción de cereales y, en menor medida, de otros cultivos como la vid y el olivo.

Nos encontramos en Francia con un modelo en que predominaba el señorío de corte feudal en la mayor parte del territorio. A lo largo del siglo fueron surgiendo unos 'nuevos ricos' (comerciantes, médicos, banqueros, etc.) dispuestos a invertir en la tierra, la inversión inmobiliaria era la más segura en la época y, para estos nuevos ricos era también una forma de promoción social. este proceso colocó una gran cantidad de tierras en manos de clases urbanas lo cual determinó una tendencia a aumentar la renta de la tierra, como consecuencia de esto surgieron nuevos contratos como la aparecería o el arrendamiento a corto plazo que llevaron a una producción más intensiva. Este aumento de los cobros, añadido a la presión fiscal ejercida por el estado limitó y la acumulación de capitales y con ello el pleno desarrollo de la agricultura moderna que necesitaba fuertes inversiones.


El sector manufacturero, sobre todo el textil,  encontró un moderado aunque constante crecimiento hasta 1630, pero a partir de la primera crisis demográfica las manufacturas entraron en recesión durando esta hasta mediados de siglo. En torno a 1660 las regiones y las ciudades capitales de la industria textil experimentaron una fase de expansión sobre todo por la demanda procedente de las colonias.

En cuanto a la política exterior Francia encontró una salida natural en la expansión colonial, si esto implicó muy tarde en las empresas transoceánicas.

Los primeros intentos de colonización franceses en el continente americano son de la segunda mitad del siglo XVI y en los primeros años del siglo XVII comenzaron los viajes a oriente, la Compañía Francesa de las Indias Orientales se funda en 1604 pero constituían más episodios aislados que una verdadera política comercial.

Richelieu fue el primero en darse cuenta de la importancia del desarrollo colonial sobre todo como instrumento para romper el equilibrio europeo. En 1626 los franceses establecieron los primeros asentamientos en la Guayana y en las Antillas, y en 1628 se fundó la compañía de los Cien Socios que proporcionó capitales para la colonización de Canadá. 

En África, en 1633 y en 1635 se fundaron numerosos establecimientos y Guinea, Senegal, Gambía, Sierra Leona y Mauritania, todos orientados a la obtención de esclavos, oro y marfil.

El mayor impulso a la colonización llegó con Colbert, a partir de 1664 sometió a las dos compañías principales una de las Indias Orientales y la de las Indias Occidentales a una fuerte reestructuración con nuevos capitales y formadas es casi exclusivamente por marina real.

La conquista colonial francesa, a pesar de haber comenzado tardíamente, dio importantes resultados, impulsó los astilleros, la industria metalúrgica y bélica y la actividad comercial, escasa hasta este momento.

FUENTES CONSULTADAS:

  • DI VITTORIO, A. (Coord.): Historia económica de Europa. Siglo XV-XX, Barcelona, Crítica, 2003.

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