domingo, 20 de octubre de 2013

El reformismo borbónico

El reformismo borbónico supuso un antes y un después en la historia económica de la Edad Moderna en lo que se refiere a España, ya que rompió con la tendencia económica que se estaba dando desde 1530 aproximadamente, y había entrado en un círculo del cuál no pudo salir y se sumió en una crisis económica importante que mostró indicios de recuperación con Carlos II pero tendremos que esperar hasta Felipe V y el reformismo borbónico que inició para poder apreciar otra tendencia y crecimiento económico, que, una vez más, se verá frenado con la llegada de Carlos IV al poder, con Godoy como primer ministro, y con la Guerra de Independencia.

A la cabeza del reformismo borbónico estarán los monarcas, quienes encabezarán las reformas al ver que no tenían mucho que perder pero sí mucho que ganar, aunque cuando las reformas empiecen a cuestionar su poder es cuando los monarcas cerrarán filas y se detendrán, y será cuando se inicien los movimientos de reformistas e ilustrados que quieren ir más allá, ya en el siglo XIX. Son reformas que buscan hacer funcionar la maquinaria del estado, que se dé un régimen más mercantilista, menos intervencionista y donde la burguesía va a tener un poder cada vez más creciente. Se tendrá también influencia de la tradición aprendida de Luis XIV, que es un absolutismo sólido por el centralismo del poder y que era un absolutismo más funcional que el de los Austrias desde Felipe III.

Se pueden diferenciar dos etapas: La primera, estando a la cabeza Felipe V, que son reformas básicamente administrativas, y la segunda etapa, con Carlos III a la cabeza, reformas de índole socioeconómica y cultural, destacando la política regalista y el despotismo ilustrado.

Algunas reformas que competen a la historia económica son: Un nuevo sistema impositivo más centralizado. Las dificultades económicas obligarán a la emisión de la deuda pública con los llamados vales reales apareciendo el Banco de San Carlos en 1782. Se da la supresión de las aduanas internas, aumento de la flota de protección de las rutas comerciales, proteccionismo de la industria textil para la prohibición de importaciones de tejidos y la creación de las Reales Fábricas, que son muy importantes porque se realizaron con el objetivo del abastecimiento de productos de lujo en la Corte. Pero lo que más se podría destacar son las reformas borbónicas económicas en América, con el objetivo de mejorar la explotación de las colonias, un acto colonial que será un factor importante de la economía. Se había llegado al siglo XVII a un momento de estancamiento por la disminución de remesas y la situación que atravesaba la Monarquía Hispánica, y a partir de 1725 será cuando se produzcan todas las reformas en las colonias americanas. Se busca acabar con la corrupción y las disfunciones económicas, así como hacer a las colonias más eficientes. Se van a mandar virreyes a América con una notable preparación. Destaca el pacto colonial donde la colonia no va a ser como la metrópolis, la colonia es la encargada de aportar materias primas y mano de obra y la metrópolis se encargará de producir los productos manufacturados necesarios para enviarlos a América, ya se daba antes este pacto colonial pero de forma no tan efectiva y con algunas diferencias. Se busca acabar con el fraude fiscal y la corrupción. Se decidió crear una serie de puertos para que América pudiera ser proveída desde varios lugares, algo que hizo romper el monopolio de puerto único, pero Cádiz será la ciudad que más destaque. La clave era mantener el monopolio y que ninguna potencia intentase distorsionarlo. Se buscaba al máximo explotar las materias primas y el comercio ya que se seguía creyendo en el mercantilismo. También se promovió la creación de compañías de comercio como las de otras potencias europeas pero sin mucho éxito y se introdujeron los navíos de registro. Pese a todo esto, y, aunque se logró incrementar el comercio y la actividad económica, el balance económico seguía siendo negativo, las remesas volvieron a disminuir ya a finales del siglo XVIII y la monarquía era incapaz de surtir a América los productos que necesitaba, y el contrabando, pese a lograr contenerlo durante los primeros momentos, volvió a aumentar y a hacer estragos y provocó distorsiones en el comercio.

Por tanto, el reformismo borbónico, por todo lo que se ha ido mencionando, fue crucial para la historia económica de la Edad Moderna porque rompió con el esquema que se llevaba manteniendo durante 150 años, y se pudo dar por la coyuntura nacional e internacional, pero fueron los Borbones quienes estuvieron a la cabeza y tuvo más luces que sombras, se dieron claros intentos de mejorar la economía y sanearla, así como de tener una administración más eficiente que pudiera contribuir a todo esto.

Bibliografía:

             - LYNCH, J.: La España del siglo XVIII. Barcelona, Crítica, 2005.


      Apuntes de la asignatura Historia Moderna de Europa y España II.

1 comentario:

  1. Hay un dato que es erróneo: todos los datos apuntan que al menos hasta 1570-1580 se vivió una fase expansiva en la economía peninsular, por lo que "1530" no es correcto. Pensad que el magnífico libro de J. Lynch tiene bastante tiempo de vida, y por ello el autor no ha podido consultar estudios e investigaciones que demuestran sin paliativos que hasta finales del siglo XVI no comienza la crisis del siglo XVII. Y aún esta se está matizando. Ver al respecto el libro de B. Yun, "Marte contra Minerva..."

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