Variaciones de precios y su influencia. El oro.
Para realizar un análisis sobre la variación de los
precios, en primer lugar deberíamos realizar una distinción entre varios
factores y entre una tipología variada de los precios. Se debe distinguir entre
el corto y el largo plazo, pero también entre el precio local, el precio
nacional o el precio internacional, para así poder determinar a quién afecta
las variaciones de precios, y poder determinar de una manera más concreta y específica,
y por supuesto, con una mayor aproximación a la realidad económica.
La variación de un precio a nivel global influye
claramente en los precios de un mercado local, pero lógicamente, esto no suele
suceder a la inversa. Si un precio cambia en una localidad concreta, esta
variación puede estar determinada por condiciones propias del producto, como su
elaboración, materiales etc. Estas características que determinan el precio del
producto son lo que los economistas clásicos denominan precio natural del
producto, es decir, el valor.
Sin embargo, cuando se produce una variación global
de los precios, las condiciones propias del producto mencionadas no intervienen
en el proceso. En este caso se produce por algo que es común a todos los
productos del mercado internacional, la moneda. Si la moneda cambia de valor,
los precios de todos los productos lo harán.
Es esta la ocasión para diferenciar entre precio
nacional o precio internacional. Si las variaciones de precio son en un único
mercado nacional, el objeto de estudio será la moneda de dicha nación, pero si
son los precios globales los que cambian, hay que estudiar lo que tienen en
común todas las monedas nacionales, el valor de los metales preciosos que
sirven como medida, el oro y la plata.
Los factores que determinan el valor del metal
precioso son bastante similares a los que determinan el valor de un producto,
su abundancia, escasez, circulación, descubrimiento, producción etc.
Hasta que los exploradores viajaron en busca del oro
africano, este tan solo llegaba a Europa por caravanas, y será en mercados
magrebíes, siendo el más importante Sidjilmesa, ciudad situada cruzando el
Atlas, “puerta del Sahara, dice un mercader árabe, hacia el país de los negros
y origen del oro… una de las mayores del Magreb y de las más ilustres del
Universo… de donde los mercaderes se llevan mercancías sin valor y vuelven con
los camellos cargados de oro bruto”. A esta ciudad llegaban mercaderes desde Mauritania,
Marraquech, Fez y otras ciudades de la zona. Llegar a este oro es claramente el
objetivo de los comerciantes europeos que viajan al Magreb, portugueses,
españoles y genoveses, que en muchas ocasiones practicaban el trueque de
mercancías europeas a cambio de productos preciosos sin utilizar la moneda.
Bibliografía:
VILAR, P.: Oro y moneda en la historia, 1450-1920,
Editorial Ariel, Barcelona, 1978.
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